Dr. Planck Barahona Urbina.

La universidad es un lugar de educación superior y de formación para los futuros profesionales del país. Es un espacio donde se promueve la libertad de pensamiento y la exploración académica, pero también es un lugar que debe ser respetado y cuidado.

Lamentablemente, el consumo de marihuana al interior de las universidades puede llevar a una pérdida de respeto y valores fundamentales que deberían ser defendidos por la academia. La pérdida de respeto puede provocar actitudes negativas hacia los profesores y el personal de la institución, afectando la relación entre los estudiantes y el personal de la universidad. Así lo determinó un estudio realizado por SENDA (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) en el año 2019 donde se halló el preocupante consumo de drogas de los estudiantes al interior de las universidades Chilenas.

Pero eso no es todo, la evidencia ha mostrado que la marihuana, una droga psicoactiva, altera el funcionamiento normal del cerebro. De acuerdo al estudio realizado por la autora Norteamericana Amelia Arria en su artículo “The Academic Consequences of Marijuana Use During College, su uso crónico puede tener efectos negativos en la memoria, la atención, la motivación y el rendimiento académico.

Por otro lado, la droga se convierte en una distracción que desvía la atención de los estudiantes de los objetivos académicos y de la formación profesional que se busca. Es importante tener en cuenta que el consumo de drogas al interior de una universidad no solo afecta a los estudiantes, sino que también puede perjudicar a la comunidad en general. El comportamiento irrespetuoso de algunos estudiantes que consumen drogas puede generar un ambiente hostil y amenazador para otros estudiantes, profesores y personal de la universidad.

Es este contexto, es necesario tomar medidas para prevenir el consumo de drogas al interior de la universidad. La educación y la concientización son fundamentales para prevenir la adicción y fomentar la responsabilidad individual. También es imperativo que la universidad tenga políticas claras y sanciones enérgicas para aquellos que incumplen las normas. Las medidas de apoyo, como la terapia y los grupos de apoyo, también pueden ser eficaces para aquellos estudiantes que necesitan ayuda para superar la adicción.

En conclusión, la pérdida de respeto a la universidad debido al consumo de marihuana y otras drogas es un problema que debe ser tomado en serio. Su consumo, no solo perjudica la salud de los estudiantes, también puede dañar la reputación y el prestigio de una universidad.