Dr. Hernán Pape Larre
Departamento de Industria y Negocios
Aquí estoy, sentado en un restaurante del segundo piso del aeropuerto de Copiapó. Lamentablemente, el vuelo hacia Santiago se atrasó dos horas. En un principio este percance me produjo un poquito de molestia… pero me acordé de ese viejo refrán que transmite una visión optimista de la realidad: “no hay mal que por bien no venga”. Saqué mi computador y decidí escribir sobre algo que a lo mejor a algunos alumnos de pregrado les puede parecer interesante; por supuesto, muy bien acompañado de una bebida gaseosa y una deliciosa hamburguesa con queso.
Generalmente, los buenos académicos universitarios realizan tres tipos de actividades: docencia, vinculación con el medio e investigación. La docencia se refiere a realizar clases en un aula física o virtual. La vinculación se relaciona con la ejecución de charlas y participación en actividades o proyectos de integración con la comunidad. Y la investigación busca la creación de nuevo conocimiento o su aplicación en nuevos procesos o satisfactores para las personas, empresas o sociedad en general. Ahora me referiré a este tercer punto.
¿Es difícil escribir y publicar artículos científicos?. La respuesta a esta pregunta la veremos al final de este artículo. Por otra parte, ¿a los panaderos les será difícil hacer pan?. Todo parece indicar que la respuesta a este cuestionamiento es negativo. Lo que si me atrevo a afirmar es que tanto el panadero como el científico aplican una metodología o sistema de trabajo para lograr sus respectivos objetivos. Por cierto, una vez aprendido el oficio todo se hace más fácil y rutinario.
Pero hay algo que me gustaría recalcar. Es importante conocer el cómo de un proceso, pero me parece más relevante tener la voluntad de querer hacer algo productivo; es decir, el manejo y control de la voluntad personal y las ganas de contribuir en algo positivo. Definitivamente, no hay agregación de valor si ese conocimiento no se comparte, difunde o aplica.
El panadero debe levantarse todos los días de madrugada para poder amasar y tener un delicioso producto para el desayuno de sus comensales. No hay dudas, el sacrificio que realiza es significativo pero, probablemente, lo hace por amor a su trabajo y a una justa recompensa económica. Por el lado de la academia, la situación es equivalente. Los investigadores buscan mover las fronteras del conocimiento, y para ello estudian y se esfuerzan en comprobar sus hipótesis,
¿Cuáles son los pasos para realizar una publicación científica? Primero, se debe establecer un objetivo y plantear la pregunta de la investigación. También en algunos estudios se plantean hipótesis. Junto con lo anterior, se debe revisar el marco teórico o estado del arte del tema a investigar. Luego, se define la metodología o forma de cómo llevar a puerto la investigación. Generalmente, este último paso implica establecer una muestra de estudio, contactar informantes claves o expertos, confeccionar cuestionarios o diseñar experimentos. Enseguida, se ejecuta la investigación y se registran los datos empíricos. Posteriormente, se tabulan, grafican y analizan los datos recopilados.
En muchas ocasiones este análisis implica la ejecución de modelos, con la ayuda de softwares estadísticos, y la comprobación de pruebas de hipótesis.
Finalmente, con los resultados obtenidos, se elaboran las conclusiones y se redacta el informe final de la investigación. Un aspecto relevante de este informe es el acápite de análisis y discusión, en el cual el investigador debe comparar sus resultados con otros estudios recientes, buscar similitudes o, discrepancias, y efectuar comentarios relevantes que agreguen valor a la investigación.
Pero la aventura no ha terminado… ahora comienza la odisea de publicar en un journal o revista científica de importancia. Por cierto, hay diferentes tipos de revistas diferenciadas por su factor de impacto. El factor de impacto intenta medir la repercusión que ha obtenido una revista en la comunidad científica. Es un instrumento utilizado para comparar revistas y evaluar la importancia relativa dentro de un mismo campo científico. La mayoría de los investigadores trata de seleccionar y publicar en revistas indizadas en Web of Science (WoS) y Scopus y, en la medida de lo posible, situadas en los primeros cuartiles, de acuerdo a la herramienta denominada Journal Citation Report (JCR). Por cierto, publicar en el primer (Q1) o segundo cuartil (Q2) es más complejo que hacerlo en el tercer (Q3) o cuarto cuartil (Q4).
Una vez seleccionada la revista candidata donde publicar, hay que adecuar el formato del manuscrito a las exigencias de la revista. Y, por último, enviar el artículo científico y esperar una respuesta afirmativa, un rechazo o una aceptación con observaciones. Todo este proceso puede extenderse por varios meses. Por lo tanto, un investigador debe convivir y aceptar ese antiguo refrán que dice: “la paciencia es la madre de la ciencia”, las grandes publicaciones llegan con sosiego, esfuerzo y dedicación. Ahora que conoce un poco más del proceso de escribir y publicar un artículo científico podría responder la pregunta que titula este artículo: ¿es fácil o difícil?